La investigación aún no determina si se trataba de una interna o visitante.
Varios ciudadanos que se encontraban en los exteriores del Hospital Edgardo Rebagliati Martins, reportaron este jueves una tragedia protagonizada por una fémina aún no identificada, quien perdió la vida al caer desde el piso 14 del nosocomio ubicado en el distrito de Jesús María.
Testigos captaron el momento en que la mujer se sentó en el borde del balcón del hospital, se quitó los zapatos con movimientos pausados y, tras varios minutos en silencio, cayó al vacío ante la mirada atónita de visitantes y personal médico.
Las imágenes del hecho circularon rápidamente en redes sociales, donde usuarios difundieron los videos acompañados de mensajes de consternación y pedidos de ayuda para identificar a la víctima.

El Hospital Rebagliati no emitió hasta el momento ningún comunicado oficial.
Durante las diligencias, las autoridades encontraron en los vehículos de los implicados una granada, 20 bombas lacrimógenas, ocho casquillos de bala, cinco cartuchos, prendas de vestir y otros objetos relevantes para la investigación. Además, se identificaron también dos camionetas relacionadas al caso: una de placa EPF-499 y otra de placa CAJ-740, esta última perteneciente a Yésica Milagros Gavilano Vásquez.
Los efectivos detenidos fueron trasladados a la sede de la Policía Anticorrupción de Puno, donde permanecerán recluidos por un periodo inicial de 48 horas, bajo custodia mientras avanzan las investigaciones. Al momento del traslado, los agentes cubrieron sus rostros y evitaron responder a las preguntas de los medios presentes.

Otros casos y clima de tensión en Puno
El fiscal Arturo Sirena precisó que la flagrancia del delito permitió la detención inmediata de los policías, y adelantó que se solicitará prisión preventiva en las próximas horas. Asimismo, explicó que se trataría de un presunto caso de cohecho, aunque indicó que no podía brindar más detalles debido a la reserva legal que protege el proceso de investigación.

El operativo comenzó alrededor de las seis de la tarde y se extendió hasta entrada la noche, con diligencias adicionales previstas para los días siguientes. Según las autoridades, el objetivo es recabar toda la información necesaria para sustentar la acusación y evitar posibles filtraciones que comprometan la investigación.

Este nuevo escándalo se suma a una serie de hechos irregulares recientes que involucran a miembros de la Policía Nacional en la región. En Juliaca, siete agentes fueron capturados por su presunta participación en un asalto armado, mientras que otros dos efectivos fueron intervenidos por supuestos actos de extorsión contra una comerciante.
En solo 48 horas, 14 policías han sido implicados en casos que incluyen extorsión, asalto y abuso de autoridad, situación que ha generado una creciente indignación entre los ciudadanos de Puno y Juliaca. Diversos sectores sociales y organizaciones civiles han exigido una depuración urgente en las filas de la policía y sanciones firmes para aquellos que utilicen el uniforme como herramienta para delinquir.

Mientras avanzan las investigaciones y la delincuencia impera en nuestro país, el caso de Santa Lucía se perfila como uno de los más polémicos de los últimos meses en la lucha contra la corrupción policial en el sur del país.

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